jueves, 23 de agosto de 2012

FALSA SEGURIDAD


     FALSA SEGURIDAD.
     Jorge Ostos - Salmista

     ¿Crees en Dios realmente?  -  ¿Crees que Dios te ama?  -  ¿Crees que Dios perdona?

     Cuando se dice que una persona es falsa, es porque no es genuina y porque hay una falsa apariencia de la misma. En Mateo 7:21 podemos ver que, "21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."

     Hay ciertas personas que tienen la filosofía de que siempre serán salvos. Esto significa que pueden hacer lo que quieran porque son salvos desde el momento que hicieron la oración de Fe, a pesar de todas las cosas que hagan. Pero, ¿solamente por aceptar a Jesús en nuestros corazones somos salvos? El único momento en el que se ve este tipo de caso en la biblia es cuando uno de los hombres que había sido condenado juntamente con Jesús, antes de morir, se arrepiente y es allí cuando nuetsro Señor le otorga el preciado regalo.
     La salvación es un regalo que sólo Dios puede dar. No esta bien pensar que estar en nuestra iglesia y creer que Jesucristo habita en nuestras vidas nos hace salvos, esto no es cierto. "El que hace la voluntad de mi Padre...." Allí está la verdad. Un requisito de la salvación es que la persona haga la voluntad de Dios en su vida.

     ¿Sigues estando seguro de tu salvación?
     Juan 8:31, "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos"
     Otra buena pregunta, ¿Permaneces en la palabra de Dios? Se dice esto porque una característica de la persona que es salva es que practica la palabra de Dios. También es importante resaltar que es necesario ser discípulo de Dios.
     Romanos 8:14-16, "14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."

     Uno de los principales frutos de la salvación debe ser el buen testimonio.

     Debemos cuidar con temor y temblor la salvación que Dios nos da. No podemos ser personas que sirvan en las cosas de la iglesia y que nuestro testimonio este en el suelo, o que nuestra vida este completamente opuesta a Dios por nuestro pecado. Por el fruto de cada persona es que es conocida, y es necesario que tengamos buen fruto.

     2 Corintios 13:5, "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?"
 
    ¿Crees que Jesús está dentro de ti?
     Si tenemos a Jesús en nuestras vidas, esto quiere decir que estamos aprobados en la fe. ¿Estás aprobado en la Fe, según esta palabra? Y más aun, nuestro estilo o manera de vivir es muy importante. Es vital que reflejemos a Cristo en cada cosa que hagamos en casa, en la calle, en la iglesia y aún en el trabajo. En todo momento de la vida es necesario reflejar a Jesús, ya que esto es señal de que Él habita en nosotros y que la salvación está vigente en nuestras vidas. Esto nos hace entender que nadie se salva si solamente acepta a Jesús en su corazón. El cómo se vive la vida luego de tan importante decisión es lo que podrá mantener el regalo de la salvación en nosotros.

     Cada uno debe revisarse y averiguar si realmente Jesús está en su vida. 
   
     ¿Cómo evidenciamos los rasgos descritos en la palabra asociados a la salvación? 
     -  Manteniendo un buen testimonio
     -  Dar frutos dignos de arrepentimiento
   

     El arrepentimiento es la evidencia más clara que puede desarrollar una persona mostrar que anda en la salvación de Dios realmente. Por ello, cada quién tiene que comprometerse a velar por su salvación.